Beneficios nutricionales del Calabacín
Aunque todos lo conocemos como calabacín, este vegetal, que pertenecen a la misma familia de la calabaza, el pepino o de frutas como el melón o la sandía, necesita climas calurosos para crecer y es en esta temporada del año cuando están en su momento más óptimo de consumo. Además, las flores de la planta también son comestibles y tienen un sabor muy delicado.
VALORES NUTRICIONALES (POR CADA 100 GRAMOS)
Agua: 94,6 gramos
Calcio: 19 mg
Potasio: 230 mg
Magnesio: 18 mg
Fósforo: 18 mg
El calabacín es un antioxidante muy potente, además de ser una de las verduras con menos calorías. Su inclusión en los regímenes de adelgazamiento resulta muy recomendable. Además, su bajo contenido en hidratos de carbono lo convierte en un alimento ideal para las personas diabéticas, y su escasa cantidad de sodio lo hace muy útil en la dieta de los hipertensos. También, su contenido en fibra vegetal y la presencia de semillas en su pulpa favorecen y mejoran el tránsito intestinal.

Principales ventajas de tomar calabacín
- Ayuda a eliminar líquidos.
- Apto para cualquier dieta.
- Favorece la digestión.
- Combate el acné y elimina las toxinas de la piel.
- Mejora el tránsito intestinal.
- Fortalece el cabello.
Entre los valores nutricionales del calabacín destaca el agua (94,6 gramos por cada 100 gramos del productos, según datos de la Bedca), calcio (19 gramos por cada 100 gramos comestible del producto), magnesio (18 gramos por cada 100 gramos de la parte comestible de los calabacines) y potasio (230 gramos por cada 100 gramos del alimento). Dada su versatilidad, los calabacines pueden usarse en numerosos platos y de manera muy diferente: como espaguetis, cortados en rodajas e incorporados en pizza…
Algunos consejos
- A la hora de elegirlos se ha de escoger los que tengan una piel de un bonito color verde, bien brillante y sin manchas. Es preferible no comprarlos de un tamaño demasiado grande y su pedúnculo ha de estar bien firme.
- De modo general conviene pelarlos, pero si es fresco y muy tierno, no hace falta pelarlo, de esta manera estarán más sabrosos.
- Si los va a rellenar córtelos a lo largo, vaciando las mitades con ayuda de una cucharita.
- Para cocinarlos se pueden hacer directamente en algo de materia grasa o cocerlos un par de minutos antes en agua hirviendo salada y luego prepararlos de la forma pensada (horno, revuelto, etc.).
- Cuando quiera que resulte un plato más decorativo, limítese a pelarlos una banda sí y otra no.