Entorno

Los invernaderos solares de Almería apuestan por una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente que refuerza la economía local, apostando por técnicas agrícolas, y cuenta con estrictos controles de calidad.

Somos pioneros en el uso de control biológico o lucha integrada en detrimento de los fitosanitarios, que cada vez son menos agresivos, todo ello, en busca del residuo cero y redundando en el cuidado del suelo y de la biodiversidad que rodea a las explotaciones bajo plástico.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha hecho publico recientemente un informe elaborado por más de 50 especialistas consultados por Naciones Unidas abordan la producción agrícola, el cambio climático, la importancia de la investigación y la innovación, el uso de la tierra o los métodos biológicos de producción a la hora de alcanzar un sistema de producción eficiente, un modelo que presenta grandes similitudes con el que ha adoptado la agricultura de Almería en los últimos años. Y el modelo productivo empleado mayoritariamente en Almería, la agricultura bajo plástico, ha sido destacada como «modelo a seguir» desde su implantación hace ya más de medio siglo.

La agricultura almeriense combate el cambio climático y optimiza el uso de los recursos de agua y suelo. Almería tiene una huella hidríca 20 veces menor a la del conjunto de agricultura nacional.

El modelo de producción hortofrutícola almeriense es pionero en cumplir requisitos de sosteniblidad, desde sus inicios, además, hace poco han descubierto que producen el denominado efecto albedo, que mitiga en buena medida los efectos del cambio climático, pues gracias al plástico de estas infraestructuras agrícolas, el reflejo de la radiación solar es menor en esta provincia, contribuyendo a disminuir la temperatura media.

La ONU también aboga por consumir más fruta y verdura, en detrimento de la carne. Ahí, el agro almeriense vuelve a ser protagonista gracias a la producción de sus más de 3,5 millones de toneladas anuales de frutas y hortalizas.